lunes, 19 de abril de 2010
Una perfecta sinfonía en gol mayor
El Caja Segovia se enfrentaba en la jornada de ayer con uno de esos rivales que tradicionalmente se le atragantaban al equipo, un aguerrido Playas de Castellón, que venía dispuesto a aprovecharse de cualquier despiste que pudieran tener los jugadores locales, presionados como se suponía que debían de estar por tener que conseguir la victoria para recuperar la cuarta plaza de la clasificación. Pero este Caja Segovia no entiende de presión, y como un rodillo pasó por encima de su rival castellonense, incapaz de frenar el juego de un equipo que ayer ejecutó una sinfonía de fútbol sala que llenó de alegría las abarrotadas gradas del Pedro Delgado.
No es de extrañar que en todos los mentideros de la LNFS se hablen de posibles ofertas a los jugadores del Caja. Que si Lin para acá, que si Matías para allá, que si Keny, que si Nano... pero lo cierto es que todos ellos juegan esta temporada en el Caja, y aunque siempre es bueno pensar en lo que ha de venir, es mucho mejor disfrutar del presente de un equipo que ayer volvió a mostrar al fútbol sala nacional (Veo 7 sabe muy bien por quién hay que apostar en sus retransmisiones) que hay vida más allá de Inter y ElPozo.
Y eso que el Playas llegó dispuesto a amargarle la fiesta al equipo segoviano a base de pelea. La defensa del conjunto castellonense sobre el ataque segoviano fue feroz, pero leal. No hubo más patadas de las estrictamente necesarias, pero sí muchos contactos y juego de brazos, todo ello aderezado con una defensa que empezaba arriba para terminar reculando en doce metros, dejando los espacios mínimos. El esfuerzo defensivo del Playas pasaba factura en su ofensiva, ya que Cidao durante treinta minutos, y Alberto los últimos diez, no pasaron de ser meros espectadores durante todo el partido.
El Caja tardó en abrir el marcador, ya que cuando no era la defensa del Playas la que abortaba las acciones ofensivas locales, era Rafa quien se encargaba de recordar a los de casa que sobre la cancha del Pedro Delgado siempre ha tenido grandes actuaciones. Pero paulatinamente el dominio segoviano se fue traduciendo en jugadas peligrosas hasta que mediado el primer período Tobe envió al área tras una buena jugada colectiva, y Kiko se marcaba sin querer el 1-0.
El gol subió al marcador, pero ni se inmutó el Playas, obsesionado con defender, ni hizo variar ni un ápice el juego del equipo de casa, que convirtió a Rafa en el mejor de su equipo. Matías ya se había puesto el traje de general en la salida del balón, y marcó el 2-0 en otra buena acción colectiva que concluyó con una gran asistencia de Nano Modrego.
La gente en la grada comenzaba a disfrutar, aunque tuvo su momento de cabreo cuando, a dos minutos para el descanso, una clara falta sobre Keny no fue pitada por los árbitros, y Cassio redujo las diferencias. Pero como este Caja no está para tonterías arbitrales, Lin presionó con mucha intensidad una acción cerca del área visitante, logró hacerse con el esférico, y se le cedió a Keny para que éste remachara el 3-1 con el que concluyó el primer tiempo.
En el segundo, la ola
El inicio del segundo tiempo del Caja Segovia fue para enmarcar. Durante cuatro minutos los locales tocaron y tocaron la pelota mientras que sus rivales corrían y corrían tras ella. Tan mal lo vio Fran Torres que pasados esos cuatro minutos pidió tiempo muerto y puso a Jesús García de portero-jugador, buscando un poco más de posesión y generar algo de peligro sobre el marco de Cidao.
Pero ni por esas. El equipo local esperó tranquilamente el error del contrario, y cuando éste llegó Matías marcó el 4-1, y prácticamente un minuto más tarde Alvarito marcaba el quinto, pidiendo posteriormente perdón al pabellón entero por la estupidez que hizo hace seis meses y por la que aún se pasará un tiempo sin jugar, cuando los comités decidan.
El partido estaba finiquitado, pero la afición quería más, y tras varios amagos de ola en las gradas, que ya se sabe que los de tierra adentro eso de las olas no lo tenemos muy controlado, finalmente las gradas del pabellón fueron una fiesta, que redondeó Nano Modrego culminando una rápida transición, y finalizó Alvarito, con un remate cruzado que puso en evidencia a Rafa. La victoria fue para todos los aficionados, pero en especial para Héctor, un prebenjamín de la escuela de fútbol sala del Caja, que esta semana sufrió una grave lesión. Que los mayores sean capaces de acordarse de los pequeños también es una señal de grandeza.
Fuente: El Adelantado de Segovia.
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