Al finalizar el encuentro que su equipo perdió ante el Caja Segovia, Luis Fonseca, técnico del Reale Cartagena, realizó unas declaraciones a los medios que parecerían psicodélicas si no tuvieran un razonamiento absolutamente certero: Entre todos nos estamos cargando el fútbol sala. Las normas de juego antiespectáculo, la falta absoluta de rigor en el calendario de competición y los criterios arbitrales están llevando al fútbol sala a ser un deporte sólo apto para los portentos físicos capaces de correr arriba y abajo como pollos sin cabeza, y de soportar (y hacer) todas las faltas posibles con los brazos, y alguna con las piernas (total, sólo se pitan como mucho cinco faltas para cada equipo en cada tiempo...).
Como lo de las normas es batalla perdida con la FIFA, y lo del calendario de competición es batalla perdida con la Liga Nacional y Marca TV, habrá que centrarse en los criterios arbitrales. Ahí Fonseca tuvo más razón que un santo al afirmar que todo el mundo se queja del juego con los brazos del Lobelle, pero que otros equipos también lo practican. Correcto, aunque le faltó meter a su Cartagena en ese “saco” de conjuntos que usan piernas y brazos para frenar a su oponente, porque lo que hizo el Reale durante los primeros veinte minutos fue parar al Caja Segovia usando todos los medios, los legales y los otros, que tuvo a su alcance. Y todo ello con la permisividad de una pareja arbitral que no supo adaptarse a las exigencias del partido, y permitió todos los contactos de cintura para arriba.
El Caja continuó mostrando las mismas virtudes, y los mismos defectos, que en el último partido jugado en casa. Calidad con el balón en los pies, pero escasísimo sacrificio defensivo. Buen ejemplo de ello fue David, que al igual que le sucediera ante el Marfil, volvió a comerse un sencillo amago de un contrario, permitiendo que Luis Jara se plantara ante Cidao y lograra el 0-1. Si quieren otro ejemplo, apenas un minuto después Matías se empeñó en pasar el balón por un sitio donde no había espacio, y permitió la contra de Ossorio, que hizo el 0-2.
El partido se le ponía a los de casa totalmente cuesta arriba con 30 minutos de juego aún por disputarse, con el Cartagena esperando atrincherado en doce metros con el cuchillo entre los dientes, y con escasas ideas en ataque. Afortunadamente la aparición de Antoñito y la garra de Tobe vinieron a sacar al Caja del atolladero. Un buen regate del madrileño fue bien aprovechado por el cierre para reducir las distancias, y a poco del final, un gran envío por alto de Antoñito a Matías por el centro le dio la opción al argentino de fusilar el empate a dos pese a la oposición de un Fabio que en Segovia volvió a demostrar su clase bajo los palos.
En el tiempo de descanso, Jesús Velasco debió decirles a sus jugadores que debían aprovecharse del criterio arbitral para sacar beneficio de la presión en toda la cancha, y así lo hicieron los segovianos, que elevaron su bajísimo nivel defensivo hasta ponerse a la misma altura que el Cartagena a la hora de utilizar los brazos. ¿Que había que sujetar? Se sujetaba. ¿Que había que agarrar? Se agarraba, y todo ello con la complacencia de una pareja arbitral que parecía llegada de Marte en lugar que de Navarra, porque iban totalmente a su rollo.
De esta manera, el partido se volcó sobre la portería de un Fabio que literalmente se multiplicó para sacar todos los balones que rondaron su portería. El Cartagena ya no iniciaba su defensa en media cancha, sino en doce metros, tratando de cerrar todos los espacios, pero prácticamente renunciando al contragolpe, por lo que Cidao apenas tuvo que intervenir en un par de acciones poco claras que casi siempre llevaron el sello de Fabián, de largo su mejor jugador ayer.
Mediada la segunda parte, el juego se vio interrumpido porque una zona del parquet del pabellón se levantó así por las buenas, y los árbitros tuvieron que hacer las pertinentes consultas a delegados y jugadores. Como todos querían seguir, el choque se reanudó con el Caja buscando el gol casi siempre por el centro, donde Esquerdinha dio muestras de su peligro. Los segundos fueron descontándose del electrónico con los de casa desesperados en busca del gol, cuando a menos de dos minutos para el final, Matías engarzó la jugada que venía todo el partido buscando y lanzó a portería para que Fabio rechazara, y Esquerdinha pudiera anotar el 3-2.
El Cartagena se vio obligado a atacar, algo que no había hecho en todo el partido, y por ello le salió tan mal como se esperaba. Defendiendo el portero-jugador Lozano, que no había hecho nada de nada durante el choque, se pegó la única carrera con sentido en todo el encuentro para hacer el 4-2 culminando un contragolpe, salvó una ocasión visitante tirándose al suelo, y engordó su estadística personal haciendo el quinto del Caja al transformar un doble penalti con el tiempo cumplido. Lástima que a un jugador tan bueno como él haya que esperarle 39 minutos para verle protagonizar alguna acción positiva
Caja Segovia, 5 - Cartagena, 2
Cidao
Tobe
Matías
David
Esquerdinha
Antoñito
Borja
Daniel
Lozano Fabio
Fabián
Ossorio
Pizarro
Charly Maza
Carrasco
Luis Jara
Cobeta
Pedreño
Manoel Messías
Molina
Árbitros: Sanzol y Urdanoz, de Navarra. Mostraron tarjetas amarillas a David, Tobe, Esquerdinha y Lozano por los locales, y a Ossorio, Fabián y Fabio por los visitantes.
Goles: 0-1 (m.10) Luis Jara; 0-2 (m.11) Ossorio; 1-2 (m.19) Tobe; 2-2 (m.20) Matías; 3-2 (m.39) Esquerdinha; 4-2 (m.40) Lozano; 5-2 (m.40) Lozano.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la sexta jornada de Liga en la División de Honor de fútbol sala, disputado en el pabellón Pedro Delgado, con la presencia de 1.800 espectadores. En el minuto 29 de partido se levantó una zona del parquet que pudo llevar el encuentro a la suspensión, pero los jugadores y los colegiados optaron por continuar el partido a pesar de la gran “arruga” que tenía la cancha.
