sábado, 29 de enero de 2011
A la Copa con una gran sonrisa
En una excelente segunda parte, Caja Segovia se impuso al Marfil Santa Coloma a domicilio haciendo valer la superioridad y experiencia de su plantilla. Al salir de vestuarios tras el 0-0 del primer acto, el conjunto de Jesús Velasco lo hizo con mayor seguridad, y un error garrafal de Igor, al ir a buscar una pelota quince metros fuera de su portería, concedió el primer tanto visitante y prácticamente el partido. Los goles empezaron a caer y la victoria final de los castellanos fue incontestable. Así el Caja Segovia aposenta su aspiración a play off, y llega de la mejor manera posible a la cita copera.
El equilibrio fue la tónica predominante en el primer período. Los dos equipos mostraron potencial en defensa y ambición en ataque, pero por sorpresa los marcadores no llegaron a moverse. Clásico partido entre dos escuadras que rememoraban ayer en cancha catalana la final de liga vivida hace unos años. Como es habitual entre dos de los decanos de la División de Honor, el encuentro resultó vibrante e intenso, con oportunidades en las dos porterías.
Para los espectadores, el espectáculo que se vio en estos veinte minutos iniciales hacía complicado entender que al término del primer acto no se hubiera movido el tanteo, pero así fue. El 0-0 se mantuvo, entre otras cosas, por la labor tremenda de Igor y de Cidao bajo los palos del polideportivo colomense, que también fueron protagonistas en este primer período al repeler las jugadas de ataque de los dos equipos. Quizás la más clara en el primer minuto para Marfil, una acción protagonizada por Jordi Sánchez, recuperado a tiempo de su proceso gripal, y que vio cómo el disparo del internacional colomense dio en la cepa de los dos palos antes de salir escupido.
Por parte de Caja Segovia fue Esquerdinha quien en el minuto diez enviaba a la madera una de las mejores jugadas del encuentro en la combinación del ataque castellano.
El encuentro se caracterizó por el inicio fulgurante de los locales, dominando claramente en los cinco primeros minutos y asediando el portal defendido por Cidao, otra vez perfecto, hasta que Andreu Plaza decidió hacer el ya habitual cambio de jugadores, relevando a todo el equipo de pista en menos de un minuto. Esto fue aprovechado por los de Jesús Velasco para coger las riendas del encuentro y ser ellos los que tuvieras las mejores ocasiones, cogiendo en este casio Igor el relevo de la perfección bajo los palos sacando dos balones de gol casi hechos.
El cansancio acumulado igualó la cuestión en el tramo final de este primer tiempo, con oportunidades ante los dos metas, pero con el punto de mira desviado en los locales Redondo y Esteller, así como en Esquerdinha. Cabe destacar que los segovianos jugaron los últimos cuatro minutos con el cinco en el casillero de las faltas. Pese a esta presión añadida no cometieron la sexta y se llegó al descanso sin goles.
En el segundo parcial, el cuadro castellano no tuvo rival. Incomprensiblemente, Marfil Santa Coloma se dejó en la caseta la fe en ganar el encuentro, y el juego combinativo que le había permitido tratar de tú a tú a su adversario en los veinte iniciales. La historia en la reanudación fue totalmente distinta y el mencionado fallo del meta local Igor abrió la lata, dando en un encuentro tan igualado y con un Cidao tan inspirado, una ventaja que Caja Segovia ya no desaprovechó.
El segundo tanto segoviano, en los mejores minutos del equipo de Velasco ante un rival desorientado, obligó a los locales a poner sobre la cancha el portero-jugador, pero el juego de los catalanes apenas mejoró, aunque el tanto de Gerard Esteller parecía indicar lo contrario.
La contumacia en la táctica sólo sirvió para que en errores de pase, los visitantes ampliaran su ventaja hasta el 1-4. Dos aciertos de Borja muy oportunos cortaron de cuajo cualquier opción de reacción local. Héctor Albadalejo, en la última jugada del encuentro, maquilló un resultado que dio los tres puntos de forma más que merecida a un Caja Segovia que en la segunda parte fue realmente superior a su oponente.
El equipo llega a la Copa en gran momento, y la baja de Tobe ni siquiera se notó, ya que el trabajo de bloque del conjunto segoviano fue realmente brillante. Además, con Cidao en este estado de gracia, hay permiso para soñar.
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