miércoles, 24 de noviembre de 2010

El Caja dice “basta ya”


El Caja Segovia ha dicho "basta ya”. El presidente del club, Luis Sanz, acompañado del vicepresidente Jesús Fernández y del directivo Miguel de Diego, convocaron a los medios de comunicación para expresar su indignación tanto por los últimos arbitrajes sufridos, como por el trato que el equipo recibió en su desplazamiento al pabellón Fontes do Sar el pasado sábado, así como por la actitud que durante el partido frente al Lobelle mantuvo el entrenador del conjunto gallego, Tomás de Dios, calificado por el Caja como un técnico “grosero y faltón, y que sobra en este deporte”.

Una visita accidentada

El presidente de la entidad segoviana comenzó por la sucesión de agravios sufridos por la expedición cajista en su visita al pabellón Fontes do Sar, dejando claro en primer lugar, que existe una normativa de competición que establece unos requisitos mínimos que el club anfitrión debe procurar al rival, como el de habilitar un espacio en los aledaños del pabellón para que el autobús pueda estacionar sin ningún problema y con seguridad, o habilitar una camilla en el vestuario, aspectos que fueron desatendidos por el club gallego, con el agravante de que “cuando el equipo llegó al vestuario, —señaló Sanz— se encontró con todas las ventanas abiertas, por lo que los jugadores hubieron de cambiarse en un vestuario con humedad, ya que fuera estaba lloviendo, con una temperatura baja, y en unas circunstancias que no son aptas para un equipo de División de Honor”.
Aunque no es ésta la primera vez que sucede, el Caja Segovia prefirió no hacer sangre con este tema, “sino que nos vamos a dirigir al Lobelle por escrito solicitándole una explicación a estos hechos, y por ello ponemos en cuarentena la responsabilidad que tenga el club, porque puede ser que sus directivos no conozcan lo que sucede en su pabellón. En el palco el trato fue cordial, aunque me colocaron en un sitio que no me correspondía, en una esquina”.
Los árbitros, a escena Sobre este tema, el presidente puso de manifiesto el malestar del club “por las negativas y perjudiciales actuaciones arbitrales que venimos soportando desde que se inició la Liga. El Caja Segovia siempre se ha caracterizado por ser un club que ha mantenido una actitud correcta y respetuosa con los colegiados, sin protestar fuera cual fuera el resultado de los arbitrajes. Pero lo que no puede ser es que reiteradamente los árbitros piten en contra del Caja Segovia porque éste es el club que no protesta”.
“Estamos cansados, —señaló Sanz—, de que se nos perjudique un partido sí, y otro también. Estamos hartos de enviar cada lunes el vídeo del partido al comité de árbitros, y que nunca pase nada. Pero sí pasa, porque para mantener un equipo como el nuestro en División de Honor hay que trabajar muchísimo, y buscar muchos recursos económicos. Soportar actuaciones arbitrales como las que hemos recibido perjudican a todos, a los jugadores, a técnicos y a todos los que componemos el club, y que vemos defraudados cómo el nivel arbitral de fútbol sala en este país no está a la altura de la mejor liga del mundo, con muy contadas excepciones”.
Por todo ello, el club pedirá a la LNFS, a la Federación y al Comité de Árbitros “que pongan los medios necesarios para elevar el nivel del arbitraje, y también que las designaciones arbitrales se decidan por unos parámetros determinados, como son qué equipos juegan, qué se están jugando, en qué cancha se juega, y los antecedentes que hay entre los rivales”.
Tomás de Dios Pero quizá la mayor indignación en el seno del Caja Segovia tenga como protagonista al entrenador del Lobelle, Tomás de Dios, cuya actuación durante el encuentro del pasado sábado fue muy criticada por el club segoviano. Jesús Fernández tildó a De Dios de “entrenador grosero y faltón”, mientras que Sanz señaló que “este entrenador se dedica durante buena parte del partido a increpar, a provocar, a encrespar, y a tratar de sacar de quicio no solamente al cuerpo técnico y suplentes del equipo rival, sino también a los jugadores cuando éstos se encuentran en la cancha, a los que cuando pasan por su lado les dedica lindezas tales como “enano de mierda” o “hijo de puta”. Nos parece de todo punto impresentable, como también lo es que en éste, y en otros muchos casos, su actitud haya contado con la condescendencia tanto de la pareja arbitral como de la mesa que no frena esta tipo de acciones”.
El presidente del Caja fue a más, “teniendo este entrenador y haciendo gala de estos valores, no es de extrañar que los jugadores del Lobelle no sólo se empleen al límite del reglamento, como algunas veces se ha dicho, sino que con bastante frecuencia superen ampliamente ese límite con todo tipo de agarrones, manotazos, codazos y entradas violentas que en algunos casos mandan a la enfermería a algún rival, como es el caso de Sergio Lozano. Entendemos que Tomás de Dios no es digno de entrenar en la mejor liga del mundo, ni de estar en un club tan importante como es el Lobelle de Santiago”.
Jesús Fernández fue a más: “A mí me han llamado representantes de otros clubes expresándome lo mismo que decimos ahora públicamente, que de este entrenador han recibido insultos y malos modos sobre la cancha. No sé si cuando venga a Segovia Tomás de Dios también se atreverá a llamar enanos de mierda o hijos de puta a nuestros jugadores, o a lo mejor se mete las manos en los bolsillos y se queda calladito”.
“No queremos echar más leña al fuego, aunque el rival sí que lo ha hecho”, prosiguió el vicepresidente del club. “En un periódico gallego de días antes al partido se lee el titular ‘Lobelle se pone las pinturas de guerra para recibir al Caja Segovia’. ¿Pero dónde vamos, a jugar un partido de fútbol sala, o a una guerra? Esa expresión sobra, y si empezamos así, malo”.
“Desde la final de la Copa de España pasada, en la que recibieron un mal arbitraje que les privó de ganar el torneo, (el Lobelle) ha tenido una época de lamentos y de lloros que le hizo subirse en un pedestal, y parece que con ellos vale todo. Sabemos que con estas declaraciones las respuestas no tardarán en llegar, y que se nos dirá que todo es falso y que nunca nadie nos ha insultado. Pero que digan lo que quieran”, finalizó Jesús Fernández.

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